viernes, 22 de agosto de 2008

“Tengo siete años”

“¡Hola! Me llamo Amelia. Vivo en el Caribe y tengo siete años. Hace algún tiempo, mis padres, que son muy pobres, me enviaron a vivir con una familia rica de la ciudad.

Hoy, como de costumbre, me levanté a las cinco de la mañana. Fui a buscar agua a un pozo cercano, y me costó mucho mantener en equilibrio sobre la cabeza el jarro tan pesado, pero lo logré; si no, me hubieran golpeado muy fuerte. Luego preparé el desayuno y lo serví a la familia. Como me demoré un poco, el patrón me pegó con un cinturón de cuero.

Después llevé al niño de cinco años de la familia a la escuela. Entonces ayudé a preparar y servir el almuerzo para todos. Entre las comidas, tuve que hacer la compra en el mercado y otros recados, atender la cocina de carbón, barrer el patio, lavar la ropa y los platos, y limpiar la cocina. También le lavé los pies a la señora. Por alguna razón, hoy estaba muy enfadada, y me dio una bofetada en un arranque de cólera. ¡Ojala mañana se sienta mejor!

Me dieron de comer sobras, pero al menos sabían mejor que la harina de maíz de ayer. Mis ropas están harapientas y no tengo zapatos. Los patrones nunca me permiten lavarme con el agua que traigo para la familia. Anoche dormí fuera de la casa. A veces me dejan dormir dentro, en el suelo. Es una pena que no pude escribir esta carta yo misma. No me dejan ir a la escuela.
¡Que tenga un buen día! Amelia”.*

Aunque su verdadero nombre no es Amelia, su drama es real. Amelia es tan solo uno de los millones de niños y niñas que tienen que trabajar, con frecuencia en pésimas condiciones. El trabajo infantil es uno de los mayores problemas de nuestros tiempos, una cuestión compleja para la que no existen soluciones sencillas. De enormes proporciones, corrosivo para la sociedad y de efectos letales, es una atrocidad contra la infancia y una afrenta a la dignidad humana.
¿Hasta qué grado se ha extendido el trabajo infantil? ¿Dónde yacen las raíces del problema y qué modalidades presenta? ¿Llegará el día en que los niños, el sector más tierno y vulnerable de la familia humana, ya no lleven una vida de amargura y explotación?
[Nota]
* Su caso se relata en el Estado Mundial de la Infancia 1997. Publicación de UNICEF.

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